sábado, 21 de enero de 2012

Hoy fue Megaupload, mañana serás tú...



El cierre de Megaupload por parte del gobierno de Estados Unidos representa el comienzo de un mundo oscuro, tiránico y bastante peligroso. Una página de almacenamiento que no solamente tenía contenidos que vulneraban los derechos de autor, sino obras de autores desinteresados, trabajos privados, materiales de investigación y de todo tipo, que acaban de ser hurtados, con toda su cara, por el tío Sam gracias al FBI. La tiranía global avanza destruyendo todos los derechos y cargándose todas las libertades mientras nos ofrece más pan y circo del que jamás se vio en toda la historia de la humanidad. La mayoría de los medios de comunicación ofertan contenidos manipulados, falseados, telebasura y deportes de masas para entretener a la gente. La mayoría (la inmensa mayoría), son absolutamente iguales y ofertan pura podredumbre para cerebros destruidos y acomodados. Únicamente queda internet como portal para conservar la libertad, para garantizar el acceso a la cultura a aquellos que no podían hacerlo, para informar de manera alternativa a los medios del sistema. Y ahora lo quieren fiscalizar, controlar, convertir en otra televisión, para no darnos más que mierda, pudrición y entretenimiento prefabricado con el que convertirnos cada día más en zombies. Cuando esto ocurra, la posibilidad de mantener un discurso alternativo, de ofrecer otra verdad, o de aprender sin cortapisas se verá completamente cercenada, y esto nos afecta a todos.


Aquellas personas que están con el sistema, o que se acomodaron en un determinado momento, llevan toda la vida predicando que esto es una democracia, que hay libertades, que hay derechos, que las leyes son justas y necesarias. Así se construyó el régimen en el que vivimos actualmente. Pero para los que la libertad no es solamente poder tener un coche, una televisión de plasma, o un móvil caro, siempre quedó claro que todo esto no era más que una bonanza pasajera y que los poderosos pasarían a la ofensiva, esta vez con todo su armamento ante una ciudadanía completamente desarmada, entretenida, consumista, vendida por los cuatro lujos materiales que malamente podían conseguir y cuya máxima ilusión no era una mejora de las cosas, o un mundo más justo, sino llegar a ser rico, como la escoria futbolera, hollywoodiense, o de la prensa rosa que se constituía en nuevos líderes de masas de los desposeídos con tarjeta de crédito.


Vivimos la infiltración policial, la vigilancia de nuestras vidas, la tortura... ante una masa de personas convencidas de vivir en el mejor de los mundos posibles, y que no quería para sí la lógica posibilidad de tener una disidencia organizada, por si venían tiempos peores (como estos). Vimos como la gente era consciente de la absoluta corrupción que imperaba en la política y en la economía, pero no hacía nada, pasando de todo mientras pudiera hacerse el pelado del comemierda futbolero de turno, o echarse un poco de coca los fines de semana. Pero eso se acabó. El verdadero rostro de la clase dominante está comenzando a desvelarse sin necesidad de maquillaje alguno. Se acabó porque los poderosos atacan, se acabó porque los poderosos quieren destruir todos los derechos ganados con sangre y sudor durante siglos por miles de trabajadoras y trabajadores que si tenían claras sus prioridades y quiénes eran. Se acabó porque llega la dictadura a cara descubierta, ya no hay que esconderse, dado que están seguros de que la gente está tan idiotizada y desganada que pueden arrasarnos como a la hierba. Pero no podemos perder la esperanza, y la destrucción del ocio, o el hambre en última instancia pueden mover a la gente.


El ataque contra Megaupload es solamente el principio. Su finalidad es acabar con el internet libre, porque luego podrán permitirse cerrar cualquier web indeseable para ellos con la excusa de que vulnera los derechos de autor o de que es terrorista. Cualquier excusa estúpida bastará para acabar con el último oasis de libertad que nos queda en internet. Comenzarán por internet, y acabarán (de hecho ya lo hacen) prohibiendo manifestaciones, reuniones, publicaciones, organizaciones... En última instancia prohibirán tener un pensamiento diferente al del sistema, prohibirán la crítica de lo que hay. De la noche a la mañana nos veremos situados en una dictadura total, mucho peor que cualquier otra que hayamos conocido, porque tendrá un control absoluto de nuestras vidas, sabrán quién es quién, cómo piensa y dónde está.


El neoliberalismo, que es una vuelta a la esclavitud total del ser humano, usa de garante a los EEUU, que disfrazados de democracia se han convertido en uno de los peores estados totalitarios que existen en el mundo, cosa que están logrando también con la UE. Digo de los peores estados totalitarios, porque no hay peor fascismo, o dictadura, que aquella que se disfraza de democracia y se permite el lujo de justificarse por el imperio de unas leyes que consideran defensoras de la “libertad”. Esta perversión de los conceptos tiene a mucha gente entretenida buscando enemigos en Venezuela, Cuba, Irán u otros lugares, mientras ven con benevolencia a las élites corruptas, maliciosas y esclavistas que se están haciendo con el poder en todos lados del “mundo occidental”, amparando un retorno a la servidumbre mediante una falsa crisis y reformas que destruyen totalmente el Estado del Bienestar y libertades básicas como la de expresión, reunión, manifestación, organización, etc. No hay más que mirar las últimas manifestaciones en los EEUU (o en el Reino de España), para ver como la “democracia” actúa, destrozando a palo limpio a cientos de personas, incluidas ancianos o niños, que son a todas luces peligrosos terroristas. También como infiltran en las manifestaciones a policías vestidos de “antisistemas” para armarla, reventar escaparates y deslegitimar las protestas. Así actúan los garantes de la libertad, así actúan los demócratas, el ejemplo de la buena gobernanza.


Esta bonanza que vivimos y el acceso a la propiedad de gran parte de los antiguos desposeídos no se debe a una mayor benevolencia y aprecio de sus esclavizadores, sino a la muy meditada y lograda Pax Romana que ha convertido a las masas en auténticos borregos entretenidos alejados totalmente de sus intereses y minimizado a la disidencia para, llegado el momento, actuar con total impunidad e instaurar la total tiranía con la que siempre soñaron. Para ellos no somos seres humanos, no tenemos sentimientos, ni familia, ni necesidades, solamente somos máquinas de trabajar, brazos para proporcionarles el bienestar. No hay más que ver como se está produciendo un proceso de reconcentración de la propiedad en pocas manos. La proliferación de las tiendas de especulación con oro, la venta barata de tierras que lograron generaciones enteras con enorme sacrificio, o el robo sistemático de los recursos ganados mediante el trabajo por la concesión de préstamos imposibles de pagar, así como la aceleración de un proceso de crisis que permite a los buitres carroñeros exigir a sus presas que se maten para poder devorarlas a gusto, son ejemplos claros de la ofensiva maquiavélica del poder para conducirnos a la esclavitud que nos espera. Bienvenidos a 1984 y a la peor de las distopías: ahora todo se hace realidad.


En los discursos políticos todo se hace conforme a los mercados, a lo que los mercados desean y esperan, a lo que los inversores pretenden. No importa que las personas se mueran en los hospitales, o que las gasas que se usen sean servilletas, no importa que la educación se desmantele y poco menos que se muestre la dentadura del estudiantado, como cuando un burro se vendía. Tampoco que las libertades públicas estén desapareciendo ¿Qué más da? Las personas solamente son números, engranajes, recursos en manos de los poderosos. Lo triste es que estos nuevos Calígulas hayan convencido a la gente de que este sistema defiende su individualidad, cuando los entierra como personas libres y los transforma en meros sujetos funcionales, sin ningún derecho posible. Lo mejor de todo esto es que muchas de aquellas personas que habían alcanzado desde la nada un estatus económico importante, y que ahora se vieron barridas con la crisis para que los grandes capitales prosperen, pasaron de ser unos conservadores y reaccionarios acomodados (nada peor que un nuevo rico) a darse cuenta de que para los poderosos nunca llegaron a ser más que chusma con dinero, o a lo sumo capataces de los infrahumanos que somos todos nosotros. No son nada más que cifras también en un sistema que no tiene nada de racional, sino que funciona según la ley de la selva. La única diferencia entre un león del Serengueti que despieza a un Impala y el entramado financiero político y empresarial que nos gobierna, es que el león usa sus propias garras y viste su propia piel, los otros en cambio tienen ejércitos, policías y visten de Armani, sin embargo ambos son asesinos naturales y su finalidad es matar, porque solamente en la sangre ajena tienen su sustento.


El sistema dominante además guarda a sus propios integrantes de ser castigados por sus infamias. Los estadounidenses impiden que ninguno de los integrantes de sus fuerzas armadas pueda ser juzgado por cometer crímenes contra la humanidad, cosa que hacen constantemente. En el Reino de España, la familia del jefe del Estado, y él mismo, por supuesto, pueden hacer lo que les dé la gana y codearse con todo tipo de mafiosos, que no serán castigados, así como miles de políticos, empresarios y gentuza de toda calaña vinculada al poder. Por otro lado, cualquier desposeído que cometa la más mínima infracción será perseguido, amargado y atacado por el poder que, como si un drácula se tratase, pretende succionarle la última gota de sangre de sus venas. Esta es la impunidad descarada de un sistema que se pretende igualitario y democrático, pero solamente sirve a los intereses de los poderosos, que se constituyen en una auténtica mafia que nada tiene que envidiar a la antigua y sanguinaria aristocracia que mandaba con puño de hierro en el antiguo régimen. Este sistema de podredumbre es el que pretende ahora involucionar y consolidar el poder absoluto mediante la erradicación de las pocas libertades que nos quedaban. No nos queda otra solución que luchar o ser exterminados, porque los que estaban amparados en la absoluta impunidad, ahora quieren regocijarse arrancándonos lo que nos quedaba, lo poco que teníamos fuera de su burbuja letárgica.


La solución a todo esto es organizarse, desde tu grupo de amigos, hasta tu pueblo, ciudad, provincia, país, estado. Tenemos que acabar con la idea de que la crisis remitirá y demás tonterías, no va a remitir y lo que viene es una dictadura a cara descubierta que tenemos que denunciar, combatir y evitar por todos los medios, comenzando a discutir alternativas a lo que existe. No parches, sino alternativas claras.


Hemos de hacerle ver a la gente que nada volverá a ser como antes y que la alternativa a que todo empeore y se instaure el terror, es luchar seriamente y con paso firme para evitar el fin de cualquier libertad, construyendo un mundo mejor para todos los seres humanos, en comunión con la naturaleza y la paz. El espejismo sistémico creado durante estos años perdura en la mente de las personas, con la falsa idea de que todo volverá a ser como antes, que habrá trabajo fácil y dinero para derrochar, pero esto no tiene nada que ver con la realidad. La labor de las personas que nos rebelamos ante cualquier injusticia es pelear, como nunca hemos hecho, porque el peligro al que nos enfrentamos es peor que cualquier otro que hayamos imaginado y, por tanto, merece nuestros mayores esfuerzos. El trabajo lo merece, porque hoy cayó Megaupload, luego será el internet libre (leyes SINDE y SOPA) y finalmente caerás tú, cuando ya no puedas hacer nada para evitarlo. Aún estamos a tiempo.



 Cuando los nazis vinieron por los comunistas


Cuando los nazis vinieron a llevarse a los comunistas,
guardé silencio,
porque yo no era comunista,


Cuando encarcelaron a los socialdemócratas,
guardé silencio,
porque yo no era socialdemócrata,


Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas,
no protesté,
porque yo no era sindicalista,


Cuando vinieron a llevarse a los judíos,
no protesté,
porque yo no era judío,


Cuando vinieron a buscarme,
no había nadie más que pudiera protestar.


Martin Niemöller (1892-1984)


Muchas gracias a Dailos Tamanca por sus correcciones. Esta entrada esta dedicada a los compañeros de la Asamblea del Movimiento Estudiantil Canario (AMEC), de la Universidad de La Laguna, reprimidos por el rector Domenéch únicamente por reclamar nuestros derechos ¡Adelante compañeros!


foto:http://www.canmag.com/images/front/movies2006/ultraviolet17.jpg

No hay comentarios: